íDe los idiotas, líbranos Señor!

Decía Voltaire: «La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sinó los demás«. Sabias palabras, Rafael Correa, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Cristina Kirchner y ahora ¿Lugo?, los enfermos, de verdad no sufren; los que sufren son los ciudadanos aptos mental y civilmente que no votaron por ellos y los ven hacer el oso día a día a costa del erario público de sus países.
¡Los 8 millones de colombianos «furibistas» te damos gracias por nuestro presidente Uribe!.

Los cuatro chiflados latinoamericanos: Chávez, Ortega, Correa y Morales.

Los cuatro idiotas latinoamericanos, Correa «… quien nació y se crió en un hogar de clase media, sacudido por la detención de su padre en los Estados Unidos por tráfico de drogas, y posteriormente por su suicidio al ser deportado al Ecuador,…«, bueno, ahí está la respuesta en su ataque constante contra los Estados Unidos, hijo de un narcotraficante detenido en Estados Unidos por delincuente, hoy, aliado con la narcoguerrilla colombiana, está ejerciendo la ley del talión, vaca ladrona no olvida el portillo. Chávez «… el segundo de los seis hijos… a corta edad, sus padres lo confiaron a su abuela paterna, … para que ésta se ocupara de su crianza…«, ahí está pintado, lo tuvieron que mandar a que lo criara otro porque no alcanzaba la comida, es un resentido social, que ahora, como dictador tiene a toda su familia en puestos para que se roben la plata del estado venezolano y así pueden llenar sus barrigas, porque el cerebro no se le vaciará de esa diarrea oral. Ortega «… se une al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)… En 1967, es detenido por asaltar un banco y otras actividades contra el gobierno de Anastasio Somoza. En 1974, un comando guerrillero del FSLN, lo libera en una acción de guerrilla…«, bueno, que más decir: guerrillero y ladrón, también resentido, muerto de hambre. Morales «…En Isallavi vivíamos en una casita de adobe y techo de paja. Era pequeña: no más de tres por cuatro metros. Nos servia como dormitorio, cocina, comedor y prácticamente de todo; al lado teníamos el corral para nuestros animales. Vivíamos en la pobreza como todos los comunarios…«, lo dicho.  Los 4 tienen resentimientos sociales y tienen el poder solo para llenar sus barrigas vacías trasnochadas, sus carencias económicas y llenar las de sus familias.